Sunday, December 03, 2006

Sciascia sobre México

Caso Buendía: Cada vez que te dan a entrever una verdad es porque ésta es necesaria para dar más fuerza a la mentira. [Sin esperanza no pueden plantarse olivos.]
Neoliberalismo: Sobre las ruinas del marxismo aparecen y reaparecen muchas invenciones del paraguas. Un comediante milanés, Gandolin, recitaba este monólogo: un hombre se guarece de la lluvia bajo un portal y mientras aguarda a que cese de llover empieza a pensar en un objeto que se pueda llevar con facilidad y pueda utilizarse para protegerse de la lluvia. Inventa el paraguas. Pero apenas sale del portal se da cuenta de que ese objeto ya ha sido inventado. Lo mismo sucede con todo lo que aparece hoy y pasa por nuevo, que es el caso del neoliberalismo económico. Pero sigamos con la historia del paraguas: no es un gran mal presentar como nueva una cosa que ya es vieja, siempre y cuando sirva para proteger de la lluvia y no para golpearnos en la cabeza. Es posible que el neoliberalismo económico sirva sólo como bastón, y no como paraguas. [Le Monde, febrero, 1979.]

Leonardo Sciascia, escritor sicialiano, nacido en 1921 y fallecido en 1989, es autor de El contexto, El caso Moro, Todo modo, El día de la lechuza, El mar color de vino, Negro sobre negro, A futura memoria. Algunas de sus frases proceden además de las entrevistas que le hicieron en La memoria de Sciascia, Sicilia como metáfora, Sin esperanza no pueden plantarse olivos, en periódicos y revistas.

Comisión Nacional de Derechos Humanos: Un Estado en el que el derecho sea únicamente un simulacro vacío es una profecía fácil. Pero es preciso combatir para que no se realice. Nuestra salvación, nuestra inmortalidad del alma, consiste ahora en este lucha, tal vez inútil. [A futura memoria.]
Estado: El Estado ya no existe. Lo que ahora existe son grupos: pequeños estados, es decir, organizaciones criminales: todas las agrupaciones que actúan en función de los intereses particulares y de grupo. El interés general se ha perdido de vista. [La memoria de Sciascia.]
Intelectuales: Está también la forma de proceder del intelectual, que es siempre un poco cortesano, un poco conformista, que casi siempre está con el poder. [L’Ora, mayo, 1979.]
El intelectual orgánico es una especie de abono para la planta política. [Sicilia como metáfora.]
Siempre he pensado que un intelectual debe mantener la vocación de estar siempre en la oposición.
[Citado por Claude Ambroise en el prólogo a Leonardo Sciascia. Opere 1971-1983; Classici Bompiani; Milán, 1989.]
Prensa: Este país se dividía antes en país real y país oficial. Respecto al país oficial estoy aisladísimo. Pero existe un país real. Gente seria, preocupada, que piensa, que no se atiene a aquello que cada mañana le propina el periódico. [Lotta Continua, octubre, 1978.]
Ovando y Gil: En los meandros del poder, donde el gran capital arma la mano de los asesinos, tiene muy poca importancia la identidad de quién ha sido delegado para matar. [Le Nouvel Observateur, junio, 1978.]
Periodismo: Hay la verdad de los hechos y existe un poder de la verdad que se puede ejercer. Este debería ser el periodismo: dar el hecho en el momento, cuanto antes. El periodismo es como un juzgado de primera instancia, donde tienen valor los hechos. En cambio actualmente se practica un periodismo como apelación, donde los hechos desaparecen, lo que los abogados llaman la materia desaparece y sólo existe la forma. [Lotta Continua, mayo, 1979.]
Narcotráfico: La democracia no es impotente para combatir a la mafia. O mejor: nada hay en su sistema, en sus principios, que necesariamente la conduzcan a no poder combatir a la mafia, a imponerle una convivencia con la mafia. Por el contrario, tiene entre manos el instrumento que la tiranía no tiene: el derecho, la ley igual para todos, la balanza de la justicia. [A futura memoria.]
Abstencionismo: Yo no creo en la indiferencia. La indiferencia aparece sólo en las encuestas. La gente no es un absoluto indiferente. Yo no creo en la indiferencia. Nadie es indiferente. Distinguiría, sí, en cambio, entre los angustiados y los indiferentes. Aquellos que confiesan indiferencia, los que dicen “No me interesa, me da igual, no voy a votar”, esos son falsos indiferentes. Al contrario, hay una parte, que creo que es la mayoría del pueblo, que está angustiada, que querría entrever un rayo de verdad. [Lotta Continua, mayo, 1979.]
Escritores: Ojalá que los escritores pudieran tener en nuestro país el papel que las polémicas les atribuyen, influir realmente cuando se les acusa de que influyen. Pero nunca han influído para nada, nunca han tenido un papel. Maquiavelo decía que ni siquiera los escritores te han voltear una piedra. Valiéndonos de esta imagen, podríamos decir que precisamente voltear las piedras: descubrir los gusanos que hay debajo, es lo máximo que los intelectuales pueden hacer. Ejercicio solitario, por su cuenta y riesgo. [Negro sobre negro.]
Política: Un escritor siempre debería poder decir que la política de la que se ocupa es ética. Sería bueno que lo pudieran decir todos. Pero que por lo menos lo digan los escritores. [Negro sobre negro.]
Memoria: Los periódicos no duran un día, no todos acaban en los convoys destinados a la combustión. Escribir en un periódico es, como decía Horacio, como escribir sobre planchas de bronce. [L’Expresso, octubre, 1978.]
Complejo Propagandístico Gubernamental: El poder ha adquirido ahora una cualidad fantástica. Es una realidad (terrible) que se ha convertido en ficción, y para convertirse de nuevo en realidad tiene que pasar a través de la literatura. [Spirali, enero, 1979.]
Sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio: Nunca se sabrá ninguna verdad respecto a hechos delictivos que tengan, incluso mínimamente, relación con la gestión del poder. [Negro sobre negro.]

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